viernes, 7 de enero de 2011

Nuestra percepción de los fenómenos de la naturaleza por medio del cambio y del movimiento

Los fenómenos que nos interesa estudiar en física aparecen en múltiples formas, y su estudio depende mucho del periodo de tiempo y del lugar desde el cual los estemos percibiendo. Por ejemplo, si estuviéramos parados en lo alto d euna montaña y miráramos por un instante hacia la ciudad, veríamos los edificios, el material con el que están hechos, la estructura delas calles, los movientos de los automóviles, de los animales, de las personas, de las nubes y del Sol. Pero si se observara durante meses lograríamos percibir cómo cambian el lugar y la vegetación, así como la llegada del verano o del invierno y de los días de lluvia.
La física requiere justamente que, a partir de esas circunstancias y cambios, nos planteemos preguntas y de tratemos de unir las cosas, para comprender esa multitud de aspectos. Es decir, debemos hacernos preguntas como: ¿son los edificios que que observé desde la montaña algo más que toneladas de concreto? etc. De esta forma, intentamos analizar todas las cosas y los fenómenos de la naturaleza que, no obstante, a primera vista parecen diferentes, pueden tener algo en común que nos ayude a encontrar explicaciones acerca de su reacción.
Sin embargo, en muchas ocaciones, la manera en la que apreciamos el lugar que tiene nuestro planeta en el Universo, se refleja en la forma en que conteplamos los fenómenos que suceden en él y las explicaciones que les damos. No es lo mismo observar algunos fenómenos naturales desde una tierra que se pensaba estática, como lo hicieron muchos de nuestros antepasados hace más de 350 años, a hacerlo desde un lugar del que sabemos se mueve. Hoy, gracias al estudio de los cambios de posición de los cuerpos celestes y al desarrollo de la física, hemos podido ubicar claramente la situación de la Tierra entre los cuerpos del Universo.

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